LA CHAMPIONS DE LOS MILAGROS

• Courtois vuelve a ser el héroe de un Madrid que volvió a aplicar ese ejercicio de supervivencia.

Es difícil explicar a través de la razón lo que ha pasado con el Real Madrid en esta Champions. Es lógico pensar en el orgullo, en la casta, en la épica de las grandes remontadas de grandes noches mágicas en esta competición. También es lógico pensar en el factor suerte, ese ángel que solo tienen los equipos bendecidos por el DIOS del fútbol, esa aura que solo tienen los elegidos. Yo lo definiría como » milagros». Algo que se nos escapa a la razón y empieza a tomar sentido cuando pasa lo que pasó en París, en Manchester, en Londres, en todos estos escenarios de las grandes citas futbolísticas. Eso ocurrió este sábado, en la capital francesa, un milagro llamado Courtois que le dio al Madrid su décimocuarta Champions.

Con algo de suspense y retraso comenzaba el partido más esperado del año. Se respiraba nerviosismo e incertidumbre por lo que estaba ocurriendo con los hinchas ingleses afuera del estadio. El partido se retrasó 36 minutos y con una presentación magistral de Camila Cabello, el árbitro Clément Turpin dio la autorización para que rodara el esférico en Stade de France. Ninguno de los dos se salían del guion. El conjunto blanco esperando atrás con un bloque bajo y el Liverpool presionando muy alto arriba con sus delanteros. Mané tuvo la primera clara del encuentro. Dejó sentado a Militao y disparó fuerte abajo donde Courtois empezó su exhibición de paradas de la noche. Tapó abajo, dio en el palo y se la quedó al final con sus brazos. A todo esto los Red Devils seguían y seguían atacando con Arnold por la derecha y Luis Díaz por la izquierda puntuando en las estadísticas del primer tiempo más de 10 tiros a puerta. El Madrid aún no había hecho ninguno y se quedó sin hacer en todo los primeros 45 minutos. La única acción que tuvo fue por un pase de Alaba que cazó Benzema y se lió la defensa, pero el gol fue anulado por fuera de juego del francés.

A todo esto corrían los 45 de la verdad. Los muchachos de Ancelotti salieron mejor en la segunda parte. Más agresivos. Con otra cara. A solo diez minutos de arrancar la segunda mitad Modric dejaba fuera de sitio a Robertson y Valverde se internaba por la banda poniendo un pase raso y fuerte a Vinicius que entraba solo y sin marca para anotar a placer el primero y el único gol del encuentro. Kloop movía ficha. Sacó a Luis Díaz por Jota, Thiago por Keita y Firmino por Henderson y le funcionó. Era un asedio total. Parecían jaurías desatadas por la presa. Primero Jota y luego por partida triple Salah que fue el mejor de los Reds, pero el arquero belga volvía a apelar a lo épico para tapar todo lo que le tiraban.

El Real Madrid se llevó la décimocuarta Champions en París haciendo un ejercicio excelso de súpervivencia. Apelando a la épica y también al buen fútbol. Sabiendo sufrir y sacando el corazón y la casta de campeón cuando más lo necesitaba. Otra vez este equipo rosa el cielo con los dedos y vuelve a ser historia con grandes milagros. Otra vez la Champions se tiñe de blanco.

Ficha técnica:

Liverpool: Alisson, Konaté, Van Dijk, Alexander Arnold, Robertson, Thiago, Henderson, Fabinho, Luis Díaz, Mané, Salah, Firmino, Keita, Diogo Jota.

Real Madrid: Courtois, Alaba, Militao, Mendy, Carvajal, Casemiro, Kroos, Modric, Benzema, Vinicius, Valverde, Camavinga, Rodrigo, Ceballos.

Árbitro: Clément Turpin
Espectadores: 78000

Texto: Leonardo Campbell Moronta
Fotos: Telemundo Deportes
Instagram: leonardo.campbell