Sammy Marrero no podrá cantar las canciones de Raphy Leavitt en territorio estadounidense

Las partes llegaron a un acuerdo en el que el cantante tendrá que pagarle $50, 000 a los herederos del fenecido fundador de La Selecta

La voz de Samuel “Sammy” Marrero ha sido silenciada en su patria y en Estados Unidos, como resultado de la demanda que hace más de cuatro años radicó la familia del fenecido músico y director Raphy Leavitt contra quien fue el cantante principal de La Selecta por 43 años.

El pleito iniciado en el 2016, por parte de la familia Leavitt contra Marrero y los músicos de la orquesta que conformó luego del 2015 tras la muerte de Raphy y la disolución de la agrupación La Selecta, llegó a su fin esta semana con un acuerdo judicial que estipula que el cantante tendrá que pagar la cantidad de $50,000 a los herederos y familia del fenecido director, según publicó hoy la cuenta oficial de Facebook Sammy Marrero y su orquesta, en la que da a conocer la noticia sobre la culminación de la demanda por violación de derechos de autor.

Ante esta determinación judicial, el cantante no podrá interpretar ninguna canción de la autoría de Leavitt en territorio estadounidense, a pesar de que su voz institucionalizó el sonido de La Selecta con los clásicos “El Buen Pastor”, “Amor y paz”, “Difícil de olvidar”, “Jíbaro soy” y “La cuna blanca”, entre otras 65 composiciones musicales.

“Sammy no podrá interpretar más las canciones de la autoría de Raphy Leavitt en el territorio Norteamericano. Triste”, publicó la página de Facebook de Marrero.

El Nuevo Día se comunicó con el vocalista de 78 años y este indicó desde su residencia que no podía conceder entrevistas por recomendación de su representación legal, compuesta por los licenciados Peter John Porrata y Ramón Vela Córdova. Marrero especificó que había llegado a un acuerdo previo con un programa de televisión para otorgar la entrevista en primicia.

A Marrero y a los músicos demandados les corresponde ahora pagarle a la sucesión de la familia Leavitt, compuesta por María Milagros Barreto Cabrera, viuda del compositor, y sus hijos Rafael José y Sheila Marie.

Tras la muerte de Leavitt, el 5 de agosto de 2015, su familia determinó disolver la agrupación La Selecta. Entonces, Marrero formó su propio grupo y continuó cantando el repertorio de la orquesta, tras pagar la licencia de uso a la Sociedad Americana de Compositores, Autores y Editores (Ascap). Sin embargo, la familia de Leavitt retiró las composiciones de Ascap, cuya licencia de uso venció el 31 de diciembre de 2018.

Como compensación, la familia Leavitt, representada por el bufete Ferraiouli LLC, solicitaba $850,000, que incluían $20,000 para gastos de abogados.

El desglose en la demanda reclamaba una cantidad de dinero por interpretar sin autorización los clásicos “La cuna blanca”, “Jíbaro soy”, “Difícil de olvidar”, “Amor y paz” y el “El Buen Pastor” a razón $150,000 por composición por violación de derechos de que totalizaba $750,000. Además, reclamaban daños morales de $20,000 por composición.

En febrero del año pasado, la familia de Leavitt y el músico Isidro Pérez Ortiz llegaron a un acuerdo que lo dejó fuera de la controversia legal.

El acuerdo fue confidencial, según indicó la licenciada Maristela Collazo, de la firma Ferraiuoli y representante legal de la familia Leavitt.

La reacciones en las redes sociales son múltiples al lamentar que Marrero no pueda volver a interpretar los clásicos salseros en territorio de Estados Unidos.